…El mismo día, inmediatamente después de Bujalcayado: las salinas de Imón. Es un lugar mágico y bellísimo. Deambulamos y fotografiamos durante una hora, aproximadamente. El lejano individuo que se divisa al fondo y que caminaba sin propósito comprensible, salvo el de verificar que aún le sostenían las piernas y que era capaz de trasladarse de un lado a otro, en un punto de su absurdo itinerario desapareció de la vista, fue como si la tierra hubiera tirado de él misteriosa y abruptamente. Sencillamente estaba y en un pestañeo dejó de estar…
23 JULIO 2013
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