…inauguro una nueva década que espero que no sea la última. Me sentiré contento aunque sólo sea la penúltima, y como no será prodigiosa, me conformaré con que la enfermedad se mantenga esquiva, distante y desinteresada de mi existencia. La fortuna y la fama ya no llegarán, así que, por favor, sólo deseo acabar bien esta historia, sin estridencias ni gestos agónicos y estériles. Y, si la genialidad, la alegría y las risas a tutiplén no invaden tumultuosas mi vida, que al menos una cierta tranquilidad risueña y productiva me ayude a seguir con mi historia.
10 AGOSTO 2013
© 2012 pepe fuentes