…Unos días después, algo más temprano. Salí de mi casa en dirección al camino donde suelo coincidir con las ovejas (mitad negras, mitad blancas) y con el pastor. Esta vez con la cámara, por si acaso. Llegué al punto donde me encontré las ovejas abandonadas el otro día, pero no estaban. Sin embargo, sorprendentemente, desde el camino divisé una oveja negra muerta en la orilla del río. Esperé a que el sol remontara un poco para que la iluminara y fotografié. Me demoré haciendo varias tomas y claro, al pastor le dio tiempo a llegar donde me encontraba. Mostró un gesto de enfado que entendí; al fin y al cabo me pilló fotografiando a su oveja muerta…
22 AGOSTO 2013
© 2013 pepe fuentes