28 AGOSTO 2013

© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
Emma Louise, (Toledo)
Soporte de imagen
-120 MM.- ACROS 100
Fecha de diario
2013-08-28
Referencia
6605

CARTA A EMMA LOUISE (III)
Emma, felicidades hoy, en tu cuarto año. Ambos, tú y yo, hemos nacido en Agosto. Tú en Chicago, y yo en Toledo. Tu vida es y será americana (del norte), la mía ha sido y terminará siendo española. Eso no tiene demasiada importancia en cuanto a que podamos entendernos, solo lo es porque apenas nos veremos. He pensado en ti en este último año desde que nos vimos el pasado y, además, he ido teniendo noticias tuyas (lo que me cuenta tu padre y las fotos que envía tu madre), y sí, todo es prometedor en ti. Cada día estás más guapa y esplendorosa. Eres capaz de crear en torno tuyo una fuerza de atracción que no pasa desapercibida para nadie, atraes miradas de admiración porque despliegas todo un recital de expresiones, gestos, palabras, ocurrencias y actitudes cariñosas que enamoran. Y sonrisas, sobre todo sonrisas que hacen que cerca de ti sólo se pueda ser feliz. Improvisas brillantes y originales interpretaciones de lo que sientes, de lo que ves, de lo que imaginas. En lo que a mí respecta, y sobre los momentos que hemos compartido, solo te puedo decir que los he pasado asombrado y encantado. Ni siquiera puedo imaginar la enorme distancia, o más bien diferencia, entre tus cuatro años y los míos. La improbable comparación entre ambas edades resultaría a tu favor en todos los sentidos imaginables. Yo ni recuerdo ni sé de ninguna habilidad en especial que pudiera tener en aquellos años. La mejora de calidad de nuestra línea generacional, en solo dos capítulos, es espectacular. En esta gran noticia, sin duda, tienen que ver tus padres, que están actuando genialmente contigo y tu hermana Lucía Mae. Me hace muy feliz que sean así las cosas. Cuando llegaste a España, el trece de junio, no hablabas prácticamente nada de español, aunque sí lo entendías. El veinte de julio, cuando te fuiste, tu español había mejorado sensiblemente y ya articulabas frases con habilidad y sentido: -como cuando te viste obligada a matar una mosca de un manotazo y explicaste con convicción que fue porque te había mordido-. «Pero bueno» que tú dices con frecuencia y énfasis (pero con otra acepción), me encanta lo prometedora que es tu vida y la belleza e inteligencia con la que la vivirás, seguro. Te quedan décadas de crecer y crecer, así que a vivir así, con ganas y sin desmayo. De mí, ahora, apenas si te puedo contar algo, salvo que hace unos días comencé una nueva década y es una circunstancia que me tiene perplejo porque no acierto a entender que todo haya pasado tan rápido. También que estoy un poco asustado y cada día un poco más desorientado, pero bueno es lo que tiene el paso de tantos años ya. En fin, esta confidencia te la hago, aunque contenga una lógica elemental y no sea ni importante ni transcendente, y ahora no sea el momento de decirte algo así, para establecer una comunicación íntima entre tú y yo, y para que al menos, dentro de un tiempo, cuando leas esta carta, sepas que es algo que me apetecía contarte. Querida Emma, felicidades otra vez, y hasta dentro de unos meses. Un gran beso para ti.

Pepe Fuentes ·