Dice Javier Gomá Lanzón, en su libro de artículos ensayísticos –Todo a mil- (palabras que contiene cada uno de ellos) –Los genios desconocidos no existen– y además explica por qué (es la razón del pequeño ensayo), y todo lo que arguye es razonable y, sencillamente, cierto. Recoge un párrafo de Senectud, de Ítalo Svevo:«Creía seguir hallándose aún, tanto en la vida como en el arte, en una etapa preparatoria, y en su fuero interno se consideraba a sí mismo como una máquina genial y de gran potencia que está construyéndose pero que aún no ha entrado en funcionamiento. Vivía siempre a la expectativa, más bien impaciente, de algo que iba a surgir en su cabeza, el arte de no sé qué que iba a llegarle de fuera, la suerte, el éxito, como si la edad de las mejores energías no hubiese superado aún», y Gomá, acertadamente, añade:«Pues bien, es mi deber informar, tras haber realizado una extensa averiguación histórica y comparada sobre el tema, que del resultado de ésta se sigue que el genio desconocido no existe ni ha existido nunca».
30 AGOSTO 2013
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