Siete de la tarde…era hora de volver. Encontré esta última imagen en una habitación de estar y calentarse en invierno. Después de todo -me consolé- a pesar del tremendo esfuerzo realizado (con una perspicacia elemental me habría ahorrado seis horas de torpezas), había merecido la pena. Hay viajes peores, ocasiones de parecidos y descomunales esfuerzos en los que vuelvo a mi casa sin haber tocado la cámara. Sigo con estas «cosas» porque tengo una alentadora convicción: –mejor hacer que no-. Si me hubiera quedado en mi casa, nada de lo que he contado habría sucedido. Al fin y al cabo busco el arte y, aunque no me sea un territorio propicio, es lo único que puede salvarme de la nada más ominosa. «… provoca (el arte) una energía consumida inútilmente, una energía empleada en alcanzar un ideal inalcanzable». Yasunari Kawabata
22 OCTUBRE 2013
© 2013 pepe fuentes