CARTA A LUCÍA MAE (VI): Hola Lucía. Empezaré esta carta felicitándote. Son seis años ya y en la infancia me parece una edad simbólica e importante: es el momento de vivir La Gran Edad, en la que se juega, se ríe, se aprende. Quizá me esté acordando de que, mi sexto año, fue para mí muy importante, un antes y un después, porque empecé a ir al colegio lo que me supuso comenzar a relacionarme con otros niños y que la vida adquiriera una dimensión nueva, emocionante y fascinante. Desde luego, tu experiencia está siendo muy distinta a la mía, porque ya llevas años viviendo tu vida con vitalidad, asombro y fascinación. El año pasado, en la quinta carta, te decía que ese año que empezabas sería fabuloso, y sí, te he vuelto a ver un año después y he comprobado que ha sido así, que has dado un gran salto y que este último año te ha resultado muy provechoso, porque te veo con muchísimos más recursos para afrontar la vida, que ahora no es otra cosa que explorar y descubrir todo aquello que te llama la atención. Para nuestro recuerdo común quiero referirme a una de las cosas nuevas que habéis hecho este año: ir a un campamento de verano por las mañanas, en un pueblo cercano. A pesar de que el español no sea tu idioma habitual enseguida te integraste y viviste encantada la experiencia. Os llevaba a las nueve y media y os recogía a partir de las dos. En el camino de ida y vuelta charlábamos un poco, no mucho, no es fácil ni cómodo comunicarse en un idioma ajeno, pero lo intentabas. Otro de tus gustos, que a medida que pasa el tiempo va resultando más claro y marcado, es tu interés por las historias, los libros, las representaciones, el cine y eso se conecta directamente con la cultura. No te dejes engañar nunca, poseer cultura es de lo mejor que te puede suceder, sencillamente porque te permitirá percibir el mundo más lúcidamente y por supuesto apreciar y disfrutar con mayor intensidad todo lo que veas y vivas. Con cultura no hay aburrimiento posible. Otras cosas: una tarde que pasamos juntos los cuatro, Emma, Naty, tú y yo, demostraste una gran iniciativa: nos organizaste varias horas de actividad y hasta decidiste donde teníamos que cenar. Has desarrollado mucho tu personalidad y muestras una inteligencia afinada y penetrante para marcar tu lugar en el mundo. Uno de los días que pasamos juntos, el pasado verano, después de estar en un parque, te pregunté si te habías divertido, a lo que me contestaste con otra pregunta: ¿y tú, lo has pasado bien tú? Una curiosa respuesta que indica que ya eres una persona plenamente consciente, sensible y considerada con los demás. Ha sido estupendo el poco tiempo que hemos compartido este verano y deseo que el próximo vuelva a ocurrir. Querida Lucía, felicidades otra vez, y hasta dentro de unos meses. Un gran beso para ti.
23 OCTUBRE 2013
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