…En la tercera, última etapa prevista de ese día, solo permanecí una hora, hasta las cuatro y media. Lo que deseaba hacer allí era saldar una cuenta que tenía con una habitación en la que por tres veces había intentado realizar una composición en tríptico y todas me habían salido muy mal. A estas alturas, como dijo Burt Lancaster en una «peli» del oeste: –un hombre de mi carácter no puede dejar de hacer lo que dijo que haría-. Pues eso digo yo, que no sé si tengo carácter o no, pero al menos sí manías. Comprobé que había cambios en la cueva en relación a la última vez que estuve: alguien había hecho fuego en una de las chimeneas. Pero, por lo demás, nadie vino a ver qué hacía, trabajé tranquilo y me dije: –si hoy tampoco me salen las cosas aquí es que no me está permitido hacerlas-.
26 DICIEMBRE 2013
© 2013 pepe fuentes