…porque un repentino e improbable ataque de lucidez revestida de desgana me proteja. Bienvenida sea siempre…Ya me estoy perdiendo otra vez en el magma de mis argumentos caóticos, pero bueno, como diría Tristan Tzara, «me parezco bastante simpático«, sin serlo, como tantas gentes que se creen artistas y tampoco lo son verdaderamente. Sospecho que artista artista solo podría ser Dios, si existiera, claro; pero que en su ausencia puede servir como ingenua e ideal ensoñación. El Arte y los Artistas, como las religiones, esos instrumentos teóricos al servicio del eterno consuelo, nos sirven a mucha gente:¡qué triste e insoportable sería la vida sin la ilusión del arte! Y en consecuencia, qué insufribles e indignantes resultan los «artistas» impostores…
9 ENERO 2014
© 2013 pepe fuentes