18 ENERO 2014

© 2005 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2005
Localizacion
Ravensbruck (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD. HP 5 400
Fecha de diario
2014-01-18
Referencia
5224

DIGRESIÓN DE ESTE MES (procuraré incluir todos los meses una como mínimo). Ayer vi una emocionante y soberbia película: Hannah Arendt. Esta filósofa realizó la cobertura informativa para The New Yorker del juicio a Adolf Eichmann (el gran contramaestre del Holocausto y colaborador material del asesinato en masa de seis millones de judíos) en Israel, en 1961. A través de sus artículos, planteó el enigma filosófico de la naturaleza del mal, sugiriendo que en el ejercicio de mal puede ser trivial, ejecutado por seres anodinos -no pensantes- simplemente como instrumentos ciegos y serviciales de instancias jerárquicamente dominantes. Sí, nada que oponer a ese consistente y verosímil argumento pero, independientemente del origen del tumor, toda la cadena de mando (tanto los que lo piensan, como los que lo ejecutan, como los que miran para otro lado) queda contaminada y es corresponsable de la metástasis, luego la naturaleza del mal habita entre nosotros y todos somos potencialmente responsables. La película, dirigida por Margarethe von Trotta, es un prodigio de lenguaje cinematográfico y la interpretación de Barbara Sukowa como Hannah Arendt, soberbia. «Arendt: una mujer que tuvo el talento de entender y la valentía de contar lo que había entendido. Claro que quien no quiera correr el riesgo de ser llamado traidor y revisionista no debería salir de casa. O al menos no debería escribir». Javier Cercas

Pepe Fuentes ·