…También afirmaba Manolo que, a fin de cuentas, una imagen es una imagen y es lo mismo cómo llegues a ella, lo esencial es ella misma. No puedo discutir eso porque algo me dice que, objetivamente, Manolo tiene razón; sin embargo para mí no es así, esa reflexión no me vale probablemente por razones de índole sentimental o conceptual; de carácter, tal vez. Creo que es importante como llegas a la imagen y sobre todo, cómo la completas o el aspecto que alcanza terminada. Debe ser algo así como la diferencia que pueda haber entre ver una misa por televisión o ir a la iglesia y oírla en latín y con el cura de espaldas, como antes (esas ya no existen, creo), e incluso que esté aromatizada con incienso, y eso que no me gustan las misas…Dice Muñoz Molina, a propósito de Nicholas Nixon: «Tanto arcaísmo, y tanta audacia (en una época de fetichismo de la tecnología), hace falta para usar una cámara con trípode que requiere una exposición de un segundo como para eludir tres rasgos fundamentales del arte más de nuestro tiempo: la ironía forzada, la distancia emocional, el desdén hacia los fundamentos artesanales del oficio.» Antonio Muñoz Molina
20 ENERO 2014
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