Ajuste de cuentas I: tengo un estilo algo pretencioso (y ya se sabe, al hombre lo define el estilo) y no suelo preguntarme el porqué. No estaría mal que lo hiciera porque tengo que ir ajustándome cuentas largamente evitadas. Sí, me parece que ese permanente y estúpido deseo de realzarme solo puede venir de un intenso, inmisericorde y permanente complejo de inutilidad, ignorancia y escasa inteligencia. Se me ocurre, así de pronto, que debe ser algo parecido al que se siente bajito y se coloca alzas en los zapatos. Sí, es eso seguro. Pues que bien, qué breve y rápida y sencilla y gráfica y expresiva me ha salido la explicación a un enigma que nunca me había preguntado en serio y lógicamente tampoco respondido.
4 MARZO 2014
© 2009 pepe fuentes