…A lo que iba: qué fotografiaré este año ? No sé. Creo que tengo intenciones difusas que tienen que ver con objetos viejos o nuevos, con espacios cerrados, con texturas y atmósferas, con el paso del tiempo, con iluminaciones críticas, bajas de tono, y por contraste claras, luminosas, blancas, frías como la muerte; en fin, lo de siempre. Todo aquello que aluda y sobre todo conecte con las experiencias y sensaciones que provoca el hecho de vivir y el deterioro constante de los que estamos condenados a muerte (todos, me temo, seguro). Elijo, para contarme, encuadres de materia física, reconocible, es decir, fotografías, siempre tan subordinadas a lo visible. Las imágenes son las palabras de mi narración, de mi percepción y reacción al hecho de pasar por el mundo durante un rato. Visto así, es imposible que pueda considerarme «artista» contemporáneo o de anteayer, sencillamente porque nadie, a no ser que esté aquejado de una desoladora necedad, podría considerarse artista por expresar sus elementales pulsiones, gustos o elecciones y nada más. Realmente sería algo así como decir: prefiero el cocido a la fabada, o el sexo oral, o los desolados paisajes, o los colores cálidos, y más, y más… Eso sí, luego, si el público soberano te otorga el privilegio y condición de la artisticidad por preferir una felación a una masturbación solitaria, pues que bien para ti, por ser artista y por puro placer.
18 MARZO 2014
© 2013 pepe fuentes