…Había optado por un objetivo largo y una película rápida. El pueblo me defraudó enseguida. No encontraba nada que me interesara. Era pequeño, aunque no tanto como esperaba. Hice algunas fotografías, por hacer algo. De esta calle por ejemplo, de la que me resultó curioso el nombre: Sotoca ¿Qué querría decir ese nombre para las gentes de este pueblo? Luego, en google, me enteré que era un pequeño pueblo de la provincia (quizá tendré que acercarme a ese sitio, por no contrariar el hilo literario del azar). En los pueblos pequeños sucede una curiosidad, no siempre grata, y es que la poca gente con la que te encuentras suele mirarte con extrañeza y sospecha. Saben que no eres de allí y que no has ido a llevarles nada, así que siempre supongo que piensan: -quién será este tipo, habría sido mejor que no viniera y debería largarse cuanto antes-. De hecho, en lugares así, siempre tengo la sensación de estar invadiendo un territorio privado y que en cualquier momento me pedirán explicaciones. Con la cámara grande volví a pasar casi por las mismas calles. Observé que muchas de las casas eran construcciones nuevas con estilo tradicional o local, pero con pretensiones, de dueños con posibles, pero sin elegancia. Domingueros. Casi todas ellas estaban cerradas…
14 MAYO 2014
© 2014 pepe fuentes