…Continué viaje. La próxima parada era Alarcón y cualquier sitio antes que me llamara la atención. Y sí, me la llamó un camping abandonado, cinco kilómetros antes de llegar. Paré, claro. Di dos vueltas por las instalaciones muy deterioradas. Dudé si sacar la cámara o no. Finalmente opté por la conocida fórmula ante la duda: mejor hacer, que no. Fotografié un poquito. Unos perros ladraban no muy lejos. Me dije: –seguro que vendrá alguien a echarme– Cuando salía del recinto llegó un tipo con un coche a buscarme y se me quedó mirando con sospecha y mal gesto, como todo el mundo. Venía a por mí. No paré, él dio la vuelta y me siguió un rato. Pensé: -has llegado tarde, por poco, pero tarde, amiguito-. Es una conjura del mundo: no hay una sola vez que me detenga en algún sitio perdido o abandonado que no acuda alguien con ganas de fastidiarme…Seguí hacia Alarcón…
16 MAYO 2014
© 2014 pepe fuentes