…Qué bien estuvo Valencia, ya lo creo. Creo que será preciso volver, aunque solo sea para repetir las fallidas fotografías de la intrincada y luminosa arquitectura del Museo de las Artes y las Ciencias. Eso me remite a una pregunta, conocida y frecuente para mí: ¿es preciso fotografiar lo que ya está fotografiado hasta la náusea, de todas las maneras imaginables? Sí, creo que sí, sencillamente por el placer que causa hacerlo. A todo el mundo le gusta fotografiar todo. A mí también. Otra cosa es que uno, ingenuamente, pretenda ser original y transcender la realidad y esas cosas; o encontrar la nada y conseguir fotografiarla. En fin, en el colmo del inalcanzable absurdo: ser artista. Aunque intentarlo siempre estará bien. Todo está fotografiado ya. Entonces? Pues nada, a seguir. También todo está escrito ya. Entonces? Pues nada, a seguir. Pero con cuidado y buen sentido, o todo lo contrario, por qué no. Toda las vidas están vividas ya pero eso no significa que haya que renunciar a la propia y repetir y repetirlo todo, otra vez. Al fin y al cabo, como en La gran belleza, todo se reduce a una cuestión de estilo, íntimo e irrepetible, como el de Jep Gambardella en esa prodigiosa película: «En el fondo es sólo un truco, sí, solo es un truco».
31 MAYO 2014
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