…A propósito de El Greco, que parece que me olvido de él, diré que comprobé algo que ya sospechaba, curioso y previsible, visto el resultado de los «trece fotógrafos de prestigio internacional» (exprés): el más contemporáneo y vanguardista, sigue siendo El Greco, con una abrumadora diferencia cualitativa a su favor. Dónde radicaría la «Contemporaneidad» entonces? Pues en ninguna parte en especial, dado que mañana mismo dejará de serlo, o no, y es siempre, al menos desde que los humanos podemos recordar. Obviamente, a El Greco, objetiva, formal y cronológicamente no podemos considerarlo un artista contemporáneo, aunque sí un artista de vanguardia. Si atribuyéramos a la contemporaneidad el resultado de un destilado de todo lo conocido unido a un aliento nuevo, vigoroso y original, entonces sí, sin duda, El Greco lo fue en su época pero él lo ha seguido siendo a lo largo de, nada menos, que cuatro siglos, un vanguardista en el concepto y la forma. Poco o nada tiene que ver el tiempo en el que se haya hecho la obra. Lo único que diferencia las obras por épocas son los materiales y soportes en los que son realizadas y presentadas, y también la interrelación económica, política y social de la época en que fueron creadas: antes monarquía, nobleza e iglesia y ahora los poderosos «media» relacionados con el capital y el marketing. Pero intrínseca y esencialmente en nada más. El buen arte lo será siempre y el que no, pues no, aunque sea de hoy mismo…
12 JUNIO 2014
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