«…el arte aguanta todo menos la trivialidad…» Francisco Calvo Serraller. Uno de los «trece fotógrafos de prestigio internacional» (exprés), que no supe quién era, realizó fotografías imitando las composiciones y posturas de los retratos de El Greco ¡qué original! (buscaba la contemporaneidad con un patrón supuestamente clásico o más bien manierista, según se dice que fue El Greco). Correctamente iluminados y con un casting que, bueno, no estaba mal del todo. De cualquier modo, el asunto me pareció forzado, plagiario y trivial, pero eso sí, hay que reconocerle que los modelos son de ahora, luego contemporáneos. Lo que no sé es si eran de la ciudad, como las dependientas de baratijas artesanales. Lo más llamativo me pareció la colocación de los dedos de la modelo, como los del retrato de El caballero de la mano en el pecho. Como acto reflejo intenté colocarlos igual y no me resultó nada fácil. «El arte contemporáneo es nuestra imagen en el espejo y en él aparece un ciudadano que ni Rembrandt, ni Velázquez, ni Tiziano habrían podido retratar porque carece de rasgos singulares, sólo proyecta hacia fuera la desnuda e inexpresiva lámina de una carne sin sublimaciones. Ni Petrarca, ni Shakespeare, ni Beethoven podrían ver en nosotros conductas merecedoras de ascender a ejemplo universal, ni tampoco, en consecuencia, contamos con un valor característico para entusiasmar a nuestros congéneres. Nada de nosotros puede ser valorado ni mucho menos respetado como trascendente al mero objeto carnal…Félix de Azúa