23 JUNIO 2014

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Toledo, (España)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD SFX. 200 (800)
Fecha de diario
2014-06-23
Referencia
7014

Hubo una segunda vuelta de la experiencia del seis de Mayo: el viernes nueve. Una de las primeras visiones con las que me encontré fue la banal constatación de la fidelidad a un estilo personal (la excepcional perpetuidad de la contemporaneidad, o no querer cambiar nunca, o quedarse «pillado» con una inelegante imagen despechugada). La banal historia es como sigue: «Cuando tenía diez o doce años y vivía en una finca apartada un kilómetro, más o menos, del núcleo urbano de mi barrio de entonces y de ahora, hasta allí iba a llevarnos el pan un chico joven en una furgoneta. Este muchacho, que entonces tendría en torno a dieciocho años, llevaba siempre su camisa desabrochada hasta casi la cintura y exhibía un estilo animoso y vocinglero. Bueno, pues el viernes nueve, casi cincuenta años después, pasó a mi lado mientras realizaba esta fotografía (debe tener en torno a setenta años) y su camisa iba abierta hasta el ombligo, mostrando un pecho de tristes carnes caídas». Es inaudito encontrar una persistencia y una fidelidad semejante a un estilo tan inexplicablemente vulgar. Los humanos solemos comportarnos así, tontos hasta la muerte, no aprendemos casi nada. La única diferencia con entonces, porque el tipo tenía el mismo tamaño y tampoco parecía que el paso por la vida le hubiera proporcionado más dinero, poder, o sabiduría, era que, la ruidosa alegría de antes, había desparecido de su cara y ahora parecía un hombre anodino y abatido, quizá por los años, no sé. El despechugado personaje se llamaba Antonio, todavía me acuerdo, y así se seguirá llamando, supongo, y lo digo en tiempo pasado porque es del pasado de lo que le conozco, porque ahora, sin embargo, le reconozco desconociéndole (y él a mí, ni eso), salvo por lo de la camisa desabrochada hasta la más absurda e inconcebible incorrección…un caso de «contemporaneidad estática» desafiante e inamovible al mismo tiempo. Peculiar en lo suyo, el tal Antonio…

Pepe Fuentes ·