…Para salir del bosquecillo de las inmediaciones del pantano, donde habitaban los toros (y los guardianes) volví a abrir y cerrar la verja. Consideradamente, cómo no, para que no se escaparan ni los toros ni los guardianes. Solo eran las diez y media (había salido de mi casa a las siete de la mañana). En una bifurcación a la vuelta me tropecé con un indicador que decía: Guadalupe 60 Km, y me dije: ¿y por qué no, si es temprano para volver? Giré en esa dirección. Lo que no sabía es que todos esos kilómetros eran de curvas y curvas, pero llegué indemne, aunque cansado…
15 JULIO 2014
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