…Estoy aquejado de la «prisa» del que si se para le atropella el tiempo. Ayer mismo, Clint Eastwood, en una entrevista, decía: «Mi secreto es el mismo desde que en 1959 hice Rawhide: mantenerme ocupado. Nunca dejo que el viejo entre en casa». Pues algo así me pasa a mí (pero sin su talento, claro). Sigo con lo de mi modo de viajar, que no es otro que andar deprisa: casi nunca entro en interiores, luego, infortunadamente, apenas consigo fotografías de esos espacios vedados, que es precisamente donde más me gustaría hacerlo. Me conformo de buen grado con los exteriores, donde también pasan cosas, pero son de otra naturaleza porque son periféricas, epidérmicas, ajenas e incontrolables. Solo puedo intervenir en la elección de la estampa y no en la dirección de actores o situaciones. Ni siquiera en la escenografía. Solo elijo lo que el azar me ofrece. Con eso juego y al fin y al cabo en la calle también suceden cosas que tienen que ver con la vida.«…Es la plaza la que hace una ciudad, pequeña o grande; los exteriores cuentan más que lo museos por ricos en obras maestras que sean». Claudio Magris
11 SEPTIEMBRE 2014
© 2014 pepe fuentes