3 OCTUBRE 2014

© 2011 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2011
Localizacion
Madrid (España)
Copiado máximo en soporte baritado
2
Fecha de diario
2014-10-03
Referencia
4884

DIGRESIÓN UNA. Trilogía cinematográfica Paraíso, de Ulrich Seidl, (Austria), a saber: «Amor» (2012), «Fe» (2012), «Esperanza» (2013). Dicen algunas de las críticas de esta magnífica trilogía, que «ausculta la decadencia moral de nuestra civilizaciónpero sobre todo se sumerge en la esencia de la decadente civilización occidental, incapacitada a estas alturas para ocultar sus miserias y su podredumbre moral»(y por qué hay que habría que ocultarlo, me pregunto). No entiendo ese galimatías quejumbroso, especialmente lo de «decadencia, podredumbre, civilización, moral…» Me parecen planteamientos apocalípticos, terribles y neciamente «morales«. Que los humanos estamos jodidos, claro, por supuesto, pero viene implícito en el hecho de vivir. Hablar de decadencia «moral» supondría una comparación con supuestas y fantasmales épocas mejores (uno decae desde arriba, desde mejor situación, supongo) y eso es una burda falacia además de una solemne tontería. Siempre preferiré una vida mecida suavemente por decadentes e indulgentes vientos que acojan blandamente mi libertad para decaer si es eso lo que deseo, que no otra en la que huracanadas tormentas falsamente revolucionarias o regeneradoras la condenen a fuegos purificadores de los que tanto sabemos ya (esos idealizados purismos siempre acaban muy mal para demasiada gente). La humanidad mejora poco, por supuesto, pero por la misma razón tampoco empeora más de lo que esperamos. Normalmente, a lo que los lúcidos críticos llaman «civilización» es inconmovible, sorda y ciega a la experiencia y la historia y únicamente se agita en el tiempo en precarios e inverosímiles equilibrios. Las gentes, en esta parte del planeta (y en las otras también), siempre han arrostrado sus miserias y, es más, en otros momentos, desgraciadamente, desde una mayor estrechez y rigidez inquisitorial. Sí, me quedo con esa supuesta «podrida decadencia» contemporánea, porque no conozco otro estadio que pueda proporcionarme el mismo grado de libertad. Ahora, al menos, una mujer madura puede buscar  parcelas de intimidad, placer y libertad, sin ser severamente reprobada (Amor). De cualquier modo, esta trilogía es una magnífica muestra de cine que ahonda en el alma de personas perdidas, confusas y al mismo tiempo abocadas a su reblandecido y precario destino sin solución. Soberbia trilogía.     

Pepe Fuentes ·