…Me entusiasmó el lugar porque no era nada y mucho: solo formas informes, impremeditadas, que se componían con un incierto y sugestivo equilibrio. Los restos más evidentes no levantaban más allá de medio metro del suelo y era imposible adivinar a que podrían haber correspondido. Había piedras de granito que parecían de la primitiva ciudad, pero eso daba igual, mi interés y conocimientos arqueológicos son leves y modestos. Sin embargo, me interesa y mucho, las formas que toma el tiempo y el azar para expresarse. Eso es muy importante en mi vida. Puedo pasarme horas embelesado, acariciando espiritual y fotográficamente (una de mis maneras de acariciar) lugares perdidos donde el tiempo se ha expresado, se ha hecho presente y ha creado formas sugestivas e inexplicables. Y yo, también producto del mismo e inaprensible fenómeno, solo puedo entregarme apasionadamente a declinar formas y formas y ser feliz haciéndolo…
20 OCTUBRE 2014
© 2014 pepe fuentes