LA VUELTA AL «CUARTO OSCURO» III:…Me he debatido hasta la confusión en interminables dudas sobre quién debía estar en el mural y quién no. Finalmente me he decidido por una ambivalente y práctica solución: por un lado, personas que hayan sido significativas en mi vida, y por otro, imágenes que contengan valor fotográfico a pesar de que los retratados no signifiquen apenas nada para mí. Ésta aparentemente fácil solución, no lo es tanto, me decepciona un poco porque me habría gustado que el contenido fuera una autentica recapitulación existencial pero, si me pongo «estupendo», no habría mural, sencillamente porque no tendría fotografías suficientes. La sinfonía, o más bien discreta composición de cámara, contendrá secretos que solo conoceré yo, y que nunca serán revelados. Es un asunto íntimo e intransferible porque, a fin de cuentas, todas las personas que estarán ahí han sido reales, reconocibles y parte de mi memoria, aunque a unas pocas prefiera olvidarlas. Estoy entusiasmado con la idea de acabar este propósito porque, además de un ejercicio plástico considerable, también tiene una proyección literaria y existencial. Quizá, terminado, lo que me sugiera, más que una mera representación icónica, sea un extenso aunque e incompleto relato sobre algunos de mis hechos, poblado de solo y nada menos que ochenta y cuatro personajes…«No hay palabras suficientes…»No hay acontecimientos suficientes. No hay memoria suficiente para rememorar toda una vida y ponerla en orden, darle exactitud». Richard Ford.
6 DICIEMBRE 2014
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