Algo más sobre la vida y la muerte, y sobre la negación del morir a través de la escritura, de un diario como este, por ejemplo, porque, a fin de cuentas, escribir es un modo de resistencia numantina al estado de sitio al que nos somete la muerte una vez que hemos llegado hasta aquí. Existen diversas estrategias para conjurar semejante e invencible enemiga; paradójicamente hasta la suicida, que suele ser la más vistosa, aunque también la más trémula y desesperada. También la huida compulsiva y descontrolada, como dice Juan Antonio Masoliver Ródenas en sus Monotonías: «Corría y corría huyendo no sabía de quién, en busca de no sabía qué, hasta que finalmente se encontró con la muerte».
21 FEBRERO 2015
© 2011 pepe fuentes