…El señor Castro (don Fernando) escribe con profundidad analítica y mucho sentido del señor Fontcuberta (don Joan), en estos términos:
«Sin duda, no hace falta estar afectado de melancolía para contemplar una realidad erosionada en la que parece que nada conservara la imagen deseada».
«Fontcuberta sigue desplegando su lúcida reflexión sobre la condición de la fotografía, insistiendo en la capacidad para generar ficciones, poniendo en práctica el concepto de autoría sin caer en la retórica post-estructuralista. Los caracoles son unos involuntarios «agentes colaboradores», por emplear un término que utilizaba Nacho Criado, que dejó que las termitas completaran sus esculturas o atacaran una venerable colección de revistas de arte».
«Lo que vemos es un residuo excrementicio, pero también un montaje divertido que parece evocar la estética «decollagista». El tiempo devorante de los caracoles nos interpela tanto como ese tic tac que Madoz repite en un reloj, tal vez porque es el momento para intensificar, sin prisa pero sin pausa, la astucia».Fernando Castro Flórez (de origen Placentino).
5 MARZO 2015
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