27 MARZO 2015

© 2008 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2008
Localizacion
Arenas Blancas (Nuevo México)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 400
Soporte de copias
ILFOBROM GALERY FB
Viraje
CLORURO DE ORO
Tamaño
27,7 x 18 cm
Copiado máximo en soporte baritado
2
Copias disponibles
1
Año de copiado
2011
Fecha de diario
2015-03-27
Referencia
2724

pepe y las citas I: dije ayer que estoy apático. Sin ganas. Sí, así es, y claro, esa decepcionante y desvitalizada sensación me lleva a que no tenga nada que escribir. Decido echar un vistazo a las últimas citas anotadas, buscando ayuda en lo que han escrito otros y que a mí me sirve porque me resuena. Tengo bastantes pero solo recurriré a unas poquitas, hasta final de mes: «Esto es lo que hace que la profesión de escritor sea animada y apasionante: la constante posibilidad de fracasar.» Pa­tri­cia Highs­mith. Y cansarse, claro. Cómo no me iba a servir esta reflexión, si soy fatalmente sensible a la idea y experiencia del fracaso. Soy un fracasado absoluto, al menos en eso he sido bueno, mucho. Una vez que esa mórbida sensación se entiende y asume no duele apenas, es más, forma parte de un cierto sentido hedonista. Además, tiene su lado poético y hasta épico, diría. Algunas veces, pocas, cuando recibo comentarios elogiosos hacia mí o sobre algo que haya podido hacer (infrecuentes, puntuales y casi ninguno transcendente) me siento completamente indiferente e incrédulo. Me desbaratan la imagen. No les doy ninguna importancia, lo olvido enseguida porque siempre me parecen cumplidos mentirosos (meras cortesías sociales). Sin embargo, en sentido crítico no suelo tener noticias, lo que me evita enfados y hasta amargos resentimientos. No obstante, no me hago ilusiones; no es porque mi anónimo fracaso sea perfecto, sino porque la gente no se atreve a censurar o condenar abiertamente, así que me quedo sin saber el efecto que pueden tener en mí las críticas inclementes. Pero claro, lo que dijo la Highs­mith es distinto a lo que estoy planteando, me parece, porque ella habla del hecho de fracasar por enfrentarse al escrutinio de algo o alguien. Yo no hago eso, yo no fracaso explícitamente porque no me referencio ni me someto a evaluación de nada ni de nadie, luego mi experiencia ni es animada ni apasionante, solo es dulcemente tediosa y eso es precisamente lo que me pasa, que me disuelvo en la acogedora e inicua insustancialidad. Así todo está bien. No pienso cambiar nada. Ya no es tiempo de mudanzas…    

Pepe Fuentes ·