…Últimamente estoy pensando en que debería volver la vista atrás, al rastro interminable de fotos y escritos de este diario, y reelaborar todo en libros temáticos. Sí, algo así como: El libro de las infaustas depresiones; o, Los insondables vacíos; o tal vez, Los paisajes de mí alma, o al revés. Sí, tonterías semejantes. El problema, quizá inabordable para mí en estos momentos, sería expurgar más de cuatro mil textos y fotografías y señalar cada uno de ellos con un nombre y buscar otros a los que pueda dar el mismo y que juntos, en grupos de cincuenta, cien o doscientas imágenes y textos se configuren en un unidad digna (quizá a eso se podría llamar libro o algo parecido) de ser mirada, y hasta vista. Por ejemplo: El libro de la imposibilidad de ser. Sí, podría hacerlo, aunque suponga un ingente trabajo; de hecho he empezado a trabajar en ello, un poquito, solo en aspectos mecánicos (mientras, el dichoso Word se me resiste con el funcionamiento de las endiabladas tablas). Ya veremos. Al menos Charlie no llora ahora y eso me tranquiliza…
15 MAYO 2015
© 2006 pepe fuentes