SOBRE -El Reino- Emmanuel Carrère (2014) I.
Estoy adentrándome lentamente, o con poca intensidad en cuanto a tiempo de lectura, en El Reino, de Emmanuel Carrère (ya lo dije el otro día) y me está interesando sobremanera. En una entrevista reciente en un periódico decía cosas como esta: «Pese a no ser creyente, no logro ignorar que una gran parte de la población mundial sí lo es. Desconocer esa manera de ver el mundo es como estar amputado de una experiencia humana extensamente compartida. No creo, sin embargo, que la fe sirva para consolar sus penas. Ni tampoco soy sensible a la promesa del más allá, que ni siquiera aparece en los evangelios. Sigo prefiriendo una lucidez triste que una ilusión feliz. Lo que sí me gustó del cristianismo fue la capacidad de olvidarse de uno mismo, de conducir un movimiento en dirección al otro y de provocar una pasmosa inversión de los valores dominantes». Emmanuel Carrère
Bueno, aunque básicamente me parece una observación lucidísima, por mi parte añadiría algunos matices, porque yo soy un descreído más rudimentario, más escéptico y feroz. Por ejemplo, no me creo que nadie haga algo por nada sacrificando absolutamente sus propios intereses, reales o ilusorios (vanidad, salvación eterna, reconocimiento, amor de los otros y así infinitos más). Todo es moneda de cambio, por favor. Lo que sí me parece impecable es lo de la –lucidez triste– anteponiéndolo a la -ilusión feliz-.
5 OCTUBRE 2015
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