SOBRE -El Reino- Emmanuel Carrère (2014) III.
Carrère, no destruyó sus cuadernos beatíficos a tiempo y ahora, muchos años después, salta al vacío aferrado a ellos y se ajusta las cuentas por su crédulo y obstinado ejercicio de catolicismo que bordeaba el integrismo, pero que al menos fue ilustrado, muy trabajado y leído, como solo podía ser en un hombre como él. Esas disecciones sangrantes apenas si se entienden si no es por el Arte. Los artistas verdaderos pueden inmolarse sin pestañear en aras de su ansia creativa. Dice él: «…Para mí, la obra, la gloria, el rumor de mi nombre en la conciencia ajena. Por ello de buena gana habría vendido mi alma al diablo, pero el diablo la ha rechazado y sólo me queda ofrecérsela a Dios a cambio de nada. Así y todo, refunfuño». Creo que no Emmanuel, que no hay causa de refunfuño porque te has entregado encantado a tu diablo. Suave y placenteramente. Tú sabes que en este caso ha merecido la pena. Siempre la merece. Has tenido premio, estoy convencido, porque, a mí al menos, me está interesando mucho tu libro (y eso que solo llevo el diez por ciento de lectura) y cubro la condición de ser ajeno; aunque no sé si con conciencia o sin ella…
7 OCTUBRE 2015
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