SOBRE -El Reino- Emmanuel Carrère (2014) VIII.
Sigo leyendo El Reino, pero en la lectura empiezo a distraerme con demasiada frecuencia. No he terminado todavía el capítulo dedicado al iluminado San Pablo, y sí, está bien construido y el astuto personaje aparece como complejo, contradictorio, intrigante y con una notable ansia de notoriedad lo que proporciona bastante entretenimiento. El problema es que es largo, pasan páginas y páginas y no llegamos a ningún sitio, salvo al relato de las idas y venidas del «elegido» entre la células que creó en Asia menor y Grecia. Fue gracias a Pablo que el cristianismo se reprodujo y perpetuó a través de la creación de iglesias y sus célebres circulares (las epístolas) que se sustentaban, esencialmente, en una falacia: la resurrección…
12 OCTUBRE 2015
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