DIGRESIÓN TRES. Maps to the Stars (2014), David Cronenberg. Canadá. Guión: Bruce Wagner. Intérpretes: Julianne Moore, Mia Wasikowska, John Cusack. Un domingo de otoño por la tarde, a las seis y media, sin tener ganas de casi nada, nos enfrentamos a esta peligrosa película. Resultó ser una convulsa historia sobre personajes que vivaqueaban con éxito en el imposible parque temático de Hollywood. Tremenda. Una película de gran dureza e insoportable para una tarde mortecina, plana, en la que cualquier esfuerzo emocional resultaba temerario. No obstante, la inconsciencia dominguera hizo que entráramos en la selva. Los personajes de esta historia desasosegante y enloquecida se movían en una danza macabra de pasiones tan humanas como espeluznantes. Gran cine, por bello, por su descarnado y trágico naturalismo esteticista envuelto en gran lujo pero que destila bilis, malos humores. Insoportables por auténticos y creíbles. Los humanos, cuando nos atrevemos a serlo, somos los seres más diabólicos y al mismo tiempo más vulnerables del mundo, de nuestro mundo. Es curioso que tan solo día y medio antes tuviera lugar la aterradora matanza de París. El fin de semana salió así, ensangrentado e insoportable. Algunos de los personajes repiten a lo largo y ancho de la historia, como un mantra oracular, los versos del inquietante poema Libertad, de Paul Eluard:
…En mis refugios destruidos en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.
En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para cantarte
Libertad
Paul Eluard