MISCELÁNEA II: una lúcida y pertinente cita sobre el arte de retratar. «Por desgracia, los biógrafos siempre creyeron que eran historiadores. Y así nos privaron de retratos admirables. Supusieron que sólo podría interesarnos la vida de los grandes hombres. El arte es ajeno a esas consideraciones. A los ojos del pintor, el retrato de un hombre desconocido hecho por Cranach tiene tanto valor como el retrato de Erasmo. No es gracias al nombre de Erasmo que ese cuadro es inimitable». Marcel Schwob.
También siempre he sido de esa idea. Por eso nunca he sentido la necesidad de fotografiar a «personajes»; la verdad es que no me habrían hecho ningún caso, pero eso es lo de menos, lo importante para mí es que mi deseado «talento» nunca ha fiado nada a la fama de los demás. En mi afán de retratar, que todavía pervive, lo único que me ha importado es la persona frente a mi cámara; sencillamente porque en sí misma, siempre, es un contenedor de misterios e insondables secretos, sea lo que sea en el mundo de las apariencias. Nadie es más que nadie, al menos en su envoltura carnal.
6 ENERO 2016
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