QUINCE DE ABRIL (irremediablemente, tenía que volver a la casa escrita por dentro). Con un planteamiento técnico corregido (hay que joderse, casi cuarenta años fotografiando y todavía equivocándome en cuestiones básicas que sabe cualquier principiante). Me consuelo pensando que lo mío no es la técnica sino el «contenido» (pero podría poseer ambas cosas, digo yo). Pensé que podía arreglar los errores consecuencia de la luz artificial fotografiando con luz natural. Cámara y trípode y ya está, sin más. Llegamos a las once y media. Ya era bastante tarde. Elegí una película de sensibilidad media (400 ISO), pero no tenía mucha fe en que todo saliera mejor. No obstante trabajé aplicadamente e incluso introduje algunas variantes creativas sobre la marcha. Me gusta improvisar, siempre suelen resultar estimulantes las ocurrencias. Qué quiero transmitir con esos inventos fulgurantes? Obviamente nada de nada, y cuanto más incomprensibles mejor. Solo son bromas que gasto a la dichosa fotografía y a mí mismo. «Si la realidad es un complot, la ironía es un complot privado, una conspiración contra ese complot». Ricardo Piglia
16 MAYO 2016
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