8 AGOSTO 2016

A PROPÓSITO DE BERNARD PLOSSU (el fotógrafo que siempre ha estado de moda)…En todo este tiempo, a pesar de un cierto olvido por mi parte, he ido teniendo algunas noticias de sus exposiciones, lecciones magistrales en cursos y cosas así, porque este tipo no ha sido olvidado nunca. Ahora recuerdo que en un fugaz contacto que tuve con un conocido comisario de exposiciones fotográficas (he olvidado su nombre), hace unos años, se refirió a él como el «maestro». La prueba irrefutable de que se ha mantenido presente es que ahora, con más de setenta años, en la edición de PhotoEspaña de este año, le han concedido especial atención con una exposición en uno de los espacios más privilegiados y vistosos de Madrid, nada menos que el Jardín Botánico. Algo leí muy por encima sobre esta exposición tipo literatura ad hoc, ya se sabe, exaltaciones y textos imposibles que, aunque suelan ser inconcebibles por exagerados y artificiales, algo de razón pueden llevar. Además, me dije, si este hombre me gustó tanto hace treinta y siete años, seguro que su lógica evolución y profundización en su lenguaje y mirada me vuelve a emocionar, o como mínimo interesar. Claro, con esta carga histórica de emociones, y tal vez influencias, solo cabía ir casi corriendo y saltando, como un niño, a ver su exposición en Madrid. Fue el once de julio, por la mañana. Le dije a Naty cuando nos acercábamos a la sala, absolutamente convencido, que Plossu era uno de los pocos fotógrafos que aún podían interesarme. Además, había visto un retazo de una de las fotografías de la exposición, realizada en Almería, en la que aparecía parcialmente una construcción que al lado tenía una gran cantidad de cascotes, como si se hubiera producido una misteriosa lluvia de piedras, con el mar al fondo. Esa imagen me resultó sugestiva y prometedora. Ya me relamía de gusto…