…TODO EMPEZABA A PEDIR DE BOCA. David me propuso dos alternativas: a) reparar y adecuar esta web a la nueva situación, pero claro, como dijo él, era como parchear un coche viejo que podría seguir funcionando, pero anticuado y renqueante y b) hacer todo nuevo, lo que supondría estrenar un coche flamante, con todos los avances tecnológicos incorporados. Obviamente, la segunda oferta era la más atractiva, pero comportaba un problema sofocante, el precio se multiplicaba por tres, además de suponer un trabajo brutal por nuestra parte. Por ejemplo, redimensionar todas las imágenes a mayor definición (y son más de ocho mil) además de otros muchos aspectos de diseño y reconstrucción del contenido. Gran dilema. Veremos qué decidimos. Ahora estamos en plena vorágine de evaluación de ambas opciones. La gran cuestión a la que tengo que responder: hasta qué punto me compensa invertir una gran cantidad de dinero (carezco de fortuna, soy bastante pobre) en algo que no tiene ninguna proyección más allá de la intimidad de mi estudio? Ante los dilemas avanzo torpemente, así que será Naty la que decida porque, además de ser muy resolutiva, es la más inteligente de mi casa (y después el Chuchi, pero no le preguntaré)…
12 OCTUBRE 2016
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