Cuando he empezado a repasar las más de ocho mil fotografías se me ha helado el gesto porque me he preguntado el porqué de esa monstruosa cantidad de imágenes. A pesar de que ya sabía de esa absurda manía, como si me hubiera reencarnado en los Hermanos Collyer (acumuladores compulsivos), me he puesto muy nervioso y me he llamado idiota. Ante este disparatado e innecesario número de imágenes (para contar el mundo propio con unas poquitas es suficiente), he decidido aprovechar el lío para borrar un buen número de ellas, o dicho de otro modo, pasarlas del limbo donde se encuentran a la nada más absoluta. Eliminarlas…
26 OCTUBRE 2016
© 2012 pepe fuentes