…Dicho así parece una actividad ligera, recreativa y sencilla casi pero ni mucho menos lo es por lo tedioso de volver sobre lo hecho. Me consuelo del torturante trabajo pensando que mientras me ocupo en borrar no estoy ideando o haciendo más. Doble beneficio. Pero no todo es venturoso porque cuando pulso -suprimir- no puedo evitar la pregunta: ¿por qué narices habré hecho esa estúpida fotografía, con el tremendo esfuerzo que me ha supuesto? Y es entonces cuando me voy entristeciendo y sintiéndome ridículo. Me acosa la sensación de fracaso. Me está doliendo este ejercicio por masoquista y por la inmensa pérdida de tiempo que supone…
28 OCTUBRE 2016
© 2012 pepe fuentes