LA VIDA INMEDIATA V. Solo dejo mi obsesiva actividad diaria para sacar de paseo a Charlie Brown y de paso sacarme yo. Es muy importante para Charlie correr todos los días al menos una hora y lo es porque lo vive con entusiasmo y alegría desbordante. Poco antes de salir, junto a la puerta, hace estiramientos musculares, primero las patas delanteras y luego las traseras y, cuando está listo, se sienta ante la puerta esperando a que la abra. Directo al coche al que sube de un salto, se coloca en su sitio habitual y, cuando llegamos al campo y le permito salir, corre vertiginosamente en todas direcciones. Cuando terminamos el itinerario volvemos y pasa el resto del día deseando volver a salir. En casa, siempre está a mi lado. Por ejemplo, cuando entro en el baño me espera tumbado fuera y, cuando tengo que salir sin él, me lo encuentro al otro lado de la puerta esperando pacientemente a que vuelva. Eso sí, cuando Naty está en casa pasa de mí y solo se dedica a ella. Sabe lo que hace. Además de ser muy guapo, es muy limpio, y jamás toca nada de la casa que no sea suyo, como sus juguetes. Nunca nos contraría y cuando le indicamos algo, lo hace sin más, sin objeciones. Ignora a todo el mundo que no seamos Naty o yo, salvo a las visitas a las que hace fiesta siguiendo las básicas normas de hospitalidad…
5 NOVIEMBRE 2016
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