6 NOVIEMBRE 2016

LA VIDA INMEDIATA VI. En nuestros paseos ya no se pierde como cuando era cachorro, nunca se despista pesar de que a veces se aleje detrás de los conejos que nunca alcanza. Carece absolutamente de agresividad hacia otros perros; cuando alguno, por pequeño que sea, se muestra agresivo (casi todos lo son), él se larga displicentemente ignorándolo, como si no existiera. En los paseos habituales a veces nos encontramos con los mismos perros que ya han mostrado su mala leche y condición, entonces, Charlie, cuando los divisa, da un rodeo para evitarlos. Sin embargo, cuando se trata de un perro amigable, se acerca a saludarlo afectuosamente, juega un rato con él y me alcanza corriendo. Charlie nunca pierde el tiempo con estúpidos y agresivos. Toda una lección de economía social. Tengo mucho que aprender de mi perrito y, aunque me fijo mucho en él, todavía no soy capaz de actuar así con los tontos, de modo tan desenvuelto y olímpico. En cuanto a las personas desconocidas, ni siquiera se percata de su existencia. Nunca se acerca a ellas. Si le llaman o pretenden tocarle da un indiferente y elusivo rodeo.  Si es alguien más o menos conocido (vecinos) se muestra algo más próximo, aunque tampoco se acerca ni se deja tocar por ellos. Me gusta mucho mi perrito  por muchas razones, a saber: no habla, luego no me aburre, pero se expresa fluidamente; nunca me interrumpe si soy yo quien habla; es muy afectuoso y un par de veces al día, cuando trabajo en mi cheslong, se sube encima, pone sus patas sobre mi pecho y me mira arrobado, como expresándome lo intensamente que me quiere; me acompaña en todas las aventuras fotográficas y se muestra colaborador cuando se lo pido. Quizá, la razón, es que es un animalito sumamente inteligente que además ha estado todo el tiempo a nuestro lado. Entiende nuestras necesidades y gestos siempre, o dicho de otro modo, es bastante más fácil entenderse con Charlie que con las personas con las que nos cruzamos en nuestra vida, que generalmente solo molestan. Me gusta mucho mi perrito, mi ayudante existencial.