31 DICIEMBRE 2016

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Almonacid, Toledo (España)
Fecha de diario
2016-12-31
Referencia
4808

Y LLEGÓ EL FINAL (de este jodido año). Hoy es cuando, en estos últimos años, escribía una especie de felicitación y buenos deseos en este diario y la distribuía a conocidos y amigos, pocos, no más de diez y me sobraban más de la mitad. En este día solía estar de buen humor, no sé por qué, y me dedicaba a ese menester. Este año no estoy de tan buen humor, ni mucho menos, y los destinatarios a los que podría enviar ese mensaje han pasado de diez a uno o dos. A los demás ya no me apetece. Así que este año no lo haré. Me solía poner ocurrente y a veces hasta francamente divertido, pero ya no me siento ni ocurrente ni divertido y, es más, el cómo sea el año para los demás me trae sin cuidado. Ni siquiera me importa como sea el mío, bueno un poco sí en el sentido de que no me gustaría enfermar porque todavía no he terminado la dichosa nueva web ni de educar al Chuchi para que no se escape. Por lo demás, ya lo tengo todo hecho, así que quizá cuando acabe con algunos detalles pendientes (como que Naty y yo nos casemos de una vez), todo podría finalizar sin que supusiera pérdida para nadie. Lo que no deseo es terminar pasivo, inerte, deteriorado, hecho una piltrafa que estorba en todas partes. Sin dignidad ni razón de ser. Pero, como no pienso en suicidarme ni por lo más remoto, aspiro a que se cumpla un final ideal en el que todo se precipite rápida e indoloramente. Como el día del vahído, que todo me daba vueltas, todo giraba a mi alrededor vertiginosamente, y en ese momento podría haber acabado y yo con la sensación de ir montado en una riente atracción de feria, tan ricamente. Sí, así podría ser, o como mi padre que agachó la cabeza cuando charlaba y ya no volvió en sí, sencilla y tranquilamente se murió. Lo malo de su caso es que ya llevaba años viviendo penosamente y eso no lo quiero de ningún modo. Bueno, a lo que iba, no felicitaré el nuevo año a nadie, ni en este diario ni de ningún otro modo, por mí el mundo se puede ir al puto infierno. Así corroe el paso del tiempo a un carácter atribulado e inconsolable como el mío.

Foto: Ensayo sobre la Felicidad IV

Pepe Fuentes ·