UN APUNTE INNECESARIO II. …También, los católicos convencidos con derecho a púlpito, se inclinan peligrosamente hacia lo «incuestionable», a pesar de la más aparentemente evolucionada cultura del primer mundo. «No hay felicidad sin una aceptación íntegra de nuestra naturaleza, que incluye una vocación religiosa; y tal vocación no se puede extirpar sin un grave menoscabo de nuestra propia naturaleza». Mensaje de este hombre: los incrédulos estamos -menoscabados-, es decir, somos menos humanos, luego un poco prescindibles…
29 ENERO 2017
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