VIAJE A BILBAO Y BURGOS (13 al 17 Abril). Domingo. De pronto cesó la algarabía porque debajo de un arco apareció un cura para contarnos a los que estábamos abajo lo que había pasado, por si no nos habíamos enterado todavía. Luego, por si no habíamos entendido al cura, apareció el arzobispo a decírnoslo otra vez. Es la manía de los oficiantes del catolicismo, decirnos lo mismo muchas veces para que nos lo creamos de una vez por todas. O para que no lo olvidemos nunca. Deben pensar que somos medio idiotas. Y en esto acabó todo, la virgen dio la vuelta y se fue hacia la izquierda y el cristo ajusticiado, pero gloriosamente resucitado se fue hacia la derecha. Supongo que los guardaron hasta el año que viene que volverán a hacer lo mismo. Lo mismo siempre. Al parecer, la gracia de las religiones está en repetir siempre lo mismo por los siglos de los siglos amén. Sin repeticiones ceremoniales no hay religión, y sin ellas no hay dioses. Así de simple parece que son las cosas de las divinidades. El quid de la cuestión, además de poderosas técnicas de comunicación con espectáculo incluido, está en repetir, repetir, repetir y así hasta morir para no resucitar porque a los humanos no nos pasan esas cosas…
10 MAYO 2017
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