DIGRESIÓN DOS: En Terapia (tercera temporada). Personaje: Guillermo Montes (Diego Peretti). Es el terapeuta. Y está solo. Cincuenta y dos años, enjuto, torcido en casi todas las partes visibles de su cuerpo. La nariz, por ejemplo, es un prodigio de perfecta y renacentista curvatura. Todo en su cuerpo y su cara denota los pliegues que genera la vida, cuando se ha vivido (yo apenas tengo arrugas y tengo doce años más que él, por algo será). Arrugas que se generan por experiencias de todo tipo, supongo, y tal vez también por los años, aunque no en todos los casos. Peretti escucha, atentamente, porque ese es el método básico y necesario de ser analista. Peretti es perfecto en ese trabajo. Tiene toda la sabiduría profesional necesaria (al parecer, además de actor es psiquiatra), sin embargo, el doctor Montes parece cansado y eso le lleva a tender puentes con sus pacientes, lo que no ayuda a mantener a raya las transferencias. Además, es un hombre piadoso y profundamente humano, lo que tampoco ayuda. Todo el mundo tendría que pasar, en algún momento de su vida, por la consulta de un terapeuta, obligatoriamente, sobre todo porque esa experiencia puede ayudarte a encontrar tu alma, y eso es extraordinariamente valioso en un mundo repleto de desalmados. Mejoraría el mundo, tal vez. Nota sobre la fotografía de hoy: evidentemente tampoco hoy tengo una fotografía de Peretti, pero sí de este amigo que se parece mucho a él…
6 JUNIO 2017
© 2008 pepe fuentes