LOS CREYENTES XVII. Enseguida se impuso lo obvio, o tal vez lo esencial, que no es otra cosa que fotografiar primeros planos. Las razones son diversas. Una de ellas es que me interesan las caras de la gente (aunque no tanto ellos), porque al fin y al cabo las caras dicen y son la consecuencia de lo que ha sido y es su vida. Lo de los vetustos mantos solo es atrezo, lo que importa es lo que hay debajo, las personas, y los Creyentes se muestran desde sus caras, porque ya lo dice el dicho popular: «la cara es el espejo del alma» …
17 JULIO 2017
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