LOS CREYENTES XXV. Me pregunto cómo habrán sido sus vidas hasta llegar a la cúspide social que supone ser un Creyente notorio, de procesión por las calles de la ciudad, bajo toldos que les protegen del sol. De los de mi edad, conozco a algunos desde el colegio y aunque todos eran más listos que yo, seguro (el último de la clase era yo), me pregunto cómo habrán conseguido llegar hasta aquí, tan venturosamente, desde las estrecheces de las certidumbres, cómo habrán gestionado sus vidas y sus cuerpos y sus equilibrios emocionales, eso que tan difícil resulta. Qué se habrán permitido y qué no. Muchos de ellos son muy jóvenes y ya están ahí, luego parece que tremendamente aplicados en su ascenso en el mundo de las certidumbres, porque estas actividades están tomadas por los de la provecta edad…
25 JULIO 2017
© 2017 pepe fuentes