28 JULIO 2017

LOS CREYENTES XXVIII. Creo que todo el tinglado de los Creyentes está montado sobre unos principios intangibles y fiados a la credulidad de las gentes. Y funciona, ya lo creo que sí. También en el deseo de consuelo y protección ante el pavoroso vacío que encierra la vida. De cualquier modo, finalmente, todo quedará fiado a una determinada forma de ser y entender el hecho de vivir o, dicho de otro modo, si la persona en cuestión es capaz de confiar sus satisfacciones o compensaciones a lo invisible e indemostrado. Si no es así, y quieren intervenir en las decisiones que les afecten y, más aún, que las compensaciones lleguen de forma más directa, como por ejemplo en forma de recibir gustito inmediato, tangible, y risas, pues nada, para eso no sirve este negocio. Quizás, a través de un cierto y vanidoso poder se pueda sostener la compensación de la creencia, como el cura en el púlpito o el jefe de todo el tinglado ante miles y miles de personas que le aclaman en Roma, pero, desde la perspectiva de los que tienen que arrodillarse en el más absoluto anonimato, pues no, así no funciona en absoluto el plan. A mí me tocaría ser uno de los arrodillados y no, conmigo que no cuenten…