DIGRESIÓN DOS. Lion, 2016. Australia. Guión: Luke Davies. Director: Garth Davis. Intérpretes: Dev Patel, Sunny Pawar, Nicole Kidman. Rooney Mara, David Wenham. Basada en hechos reales. Saroo Brierley es un niño que con tan sólo cinco años se perdió en las calles de Calcuta, a miles de kilómetros de casa. Como dicen los críticos, con razón, esta película tiene dos partes muy diferenciadas, la primera, donde la cámara sigue la odisea de Saroo a través de su aldea y luego de Calcuta y la segunda, en Australia, donde va a parar a una familia de adopción. La primera está contada espléndidamente con una interpretación memorable del niño Sunny Pawar, de una expresividad que corta la respiración. Esta primera parte se sigue sin pestañear, por creíble y desoladora. La segunda, donde entra la corrección y la generosidad a raudales, ya es otra cosa. La familia australiana es sencillamente perfecta y también las interpretaciones, sobre todo de Nicole Kidman, pero esta parte apenas si contiene nada que haga vibrar, e incluso se hace algo fatigosa por morosa. A esta segunda parte le sobran bastantes minutos. Sin embargo, en los últimos quince, la historia remonta el vuelo y sube a una altura emotiva vertiginosa. No me agradan especialmente las películas llorosas y esta lo es mucho, sí, de mucho llorar, sin embargo, se ve con sumo placer porque conmueve honestamente. Los personajes de la película son considerablemente más guapos que los de la historia real, de los que nos muestran fotos como cierre final.
6 SEPTIEMBRE 2017
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