MIS ANIMALES EN AGOSTO II (o los azarosos encuentros). Y un dromedario. No entiendo a los dromedarios (tampoco a los camellos, que tanto se parecen); probablemente sea porque he visto pocos, salvo en las películas. Ambrose Bierce, en su Diccionario del diablo, a propósito de los camellos (aunque el animal de la fotografía sea un dromedario, me vale para traerlo a colación porque se parecen mucho): “Cuadrúpedo de gran valor para el negocio del espectáculo. Hay dos clases de camellos: el camello propio y el camello impropio. El que se exhibe es siempre el segundo”. La verdad es que como a los dromedarios y camellos, en este caso, tampoco entiendo muy bien la definición de Bierce…
17 SEPTIEMBRE 2017
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