MIS ANIMALES EN AGOSTO VI (o los azarosos encuentros). Y una vaca que se adentró en el interior de un establo, o tal vez era una habitación. Con las vacas nunca se sabía si eran de la casa o simplemente pasaban por allí, curioseaban o buscaban comida. Arriba, al final de la escalera, un hombre reflexionaba, o tal vez conversaba con algún Dios extraviado. Por la zona había muchísimos pequeños altares en hornacinas y agujeros en las paredes, luego los dioses sobrevolaban incesantemente el lugar. Los dioses y la fe no necesitan de lujos y casi tampoco de altares, y de casi nada…
21 SEPTIEMBRE 2017
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